viernes, 26 de septiembre de 2008

La Leyenda del Capuchón Calamar 9: El retorno del caballero transparente

La Leyenda del Capuchón Calamar IX

El retorno del caballero transparente


La batalla iba a ser dura y muy violenta, Capuchón Calamar ordenó a su guardia que defendiera el palacio con los testículos capuchónicos si era necesario.

Anticapuchón Calamar, que sabía que podía aportar mucho a la batalla, desenfundó su cimitarra calamar y se puso en guardia.

Fue entonces cuando el viejo Capuchón Calamar se dió cuenta de que Anticapuchón Calamar tenía en su mano la cuarta arma sagrada calamar, después del escudo de semen, la espada-pene y la lanza espartana.

Tras advertir de ello a Capuchón Calamar, ambos agarraron rápidamente a Anticapuchón Calamar y se dirigieron al interior del palacio, Anticapuchón Calamar apenas puso resistencia debido a lo inesperada que fue esa acción.

Mientras descendían a los subterraneos del palacio, los dos Capuchones Calamares azules le explicaban a Anticapuchón Calamar lo que pasaba. Al parecer, esa arma era una de las seis armas sagradas que existían en el universo. Según cuentan algunos manuscritos, bien custodiados en la biblioteca real, bastaban solo cuatro de esas armas para tener poder suficiente como para derrotar a la muerte, lo que pasaba si se reunía un número superior de éstas era desconocido, así como las otras dos armas restantes. A pesar de toda esta historia, Anticapuchón Calamar no comprendía porque lo apartaron de la batalla ni hacia donde se dirigían bajando a los subterraneos del palacio, hasta que llegaron a su destino y entonces se dio cuenta de todo.

¡El cuerpo de Capuchón Calamar Legendario!

Era evidente lo que pasaba, querían usar el poder de las armas para resucitar a capuchón Calamar Legendario, aquel que posee semen de caballo en sus venas, el que tanto les ayudó en el pasado y aquel que se sacrificó por el mundo.

Capuchón Calamar abrió un cofre que había cerca y tomó la tricremallera (unión de la lanza espartana, la espada-pene y el escudo de semen). Al mismo tiempo, el viejo Capuchón Calamar cogió la cimitarra calamar de las manos de Anticapuchón Calamar, este forcejeó un poco al principio debido al rencor que guardaba al viejo Capuchón Calamar, pero finalmente cedió.

Juntaron las armas en el suelo y las empaparon con algo de semen, la reacción fue casi instantanea.

Las tricremallera se fragmentó en las armas que la componían mientras un intenso brillo emanaba de las cuatro armas. Finalmente hubo un brusco golpe de aire que les arrojó a todos al suelo.

El cuerpo de Capuchón Calamar Legendario seguía intacto, a pesar del espectáculo de luces parecía que las historias de las armas sagradas no eran del todo ciertas.

Entonces, escucharon una voz, una voz familiar, ¡la voz de Capuchón Calamar Legendario! Que provenía de...

¡El cuerpo de CapuChuck Calamar!

Todo parecía indicar que aunque habían conseguido rescatar el alma de Capuchón Calamar Legendario, no habían sido capaces de enviarla a su cuerpo verdadero, introduciendose aleatoriamente en el cuerpo de CapuChuck.

El resto de capuchones le explicaron la situación actual a Capuchón Calamar Legendario mientras que al ahora azulado CapuChuck se le veía disgustado por la idea de que alguién tuviese que mirarle a la hora de la masturbación.

Capuchón Calamar Legendario ordenó que cada Capuchón empuñara su arma y que Anticapuchón Calamar empuñara las dos.

Subieron las plantas de los subterraneos rápidamente hasta llegar a la salida del palacio donde la escasa guardia que había sobrevivido trataba de impedir la entrada del ejército de montadores de caballos.

Entonces Capuchón Calamar Legendario invocó el pequeño poder que conservaba, ya que el resto estaba en su cuerpo, y se lo transmitió a Anticapuchón Calamar.

Las armas de Anticapuchón Calamar comenzaron a arder y a introducirse en el cuerpo de este, fusionándose con las llamas.

Rápidamente se lanzó a la batalla lanzando ondas ardientes con cada mandoble que daba cual katana cortaviento.

El ejército de los montadores de caballos del semen fue derrotado con facilidad pero la euforia pasó a ser confusión en breve.

En el cielo se pudo observar todo un batallón de naves de aquellas criaturas que atacaron a los montadores de caballo, ¿qué intenciones tenían? ¿aliados, rivales, presciputas con colacao?


Continuará...


Notas: